
La tecnología ha irrumpido en las organizaciones y los profesionales
apuestan por la flexibilidad que esto les proporciona, pero sólo el 13%
de los profesionales están dispuestos a trabajar en remoto.
Los países nórdicos, España, Bélgica, Luxemburgo y Austria
son los que mejor han encajado la flexibilidad laboral. Suiza lidera la
formación en herramientas tecnológicas, y Bélgica y Luxemburgo están a
la cabeza de los espacios abiertos. Los más escépticos no sólo se
sorprenderán de que sea nuestro país el que ocupa uno de los primeros
lugares en este ránking: España también se encuentra a la cabeza en
tecnología y la creación de puestos flexibles, lo que fomenta esa
colaboración laboral que pide a gritos el trabajo del futuro. Por eso
llama la atención que las organizaciones europeas que permiten el
teletrabajo sólo un 13% de sus empleados lo hace. ¿Por qué? Para la
mayoría de los profesionales el lugar de trabajo es una fuente crítica
de identidad profesional y de interacción social y, también, un espacio
ideal para el intercambio de conocimiento.
Trabajar de otra forma
Estas
son algunas de las conclusiones del estudio El trabajador del futuro:
evolución del puesto de trabajo en la era de la transformación digital
que demuestran que hay algo que no encaja. Para la realización de este
informe -patrocinado por Conerstone OnDemand,
proveedor de software para la gestión del talento-, que adelanta en
exclusiva EXPANSIÓN, IDC ha entrevistado a 1.352 profesionales de
recursos humanos y responsables de la línea de negocio en 16 países
europeos.
Marta Muñoz, directora de operaciones e investigación
de IDC España, explica que este desajuste es una cuestión de cultura
corporativa, "en la que tienen que trabajar de la mano recursos
humanos, la línea de negocio y los trabajadores. Para ello es necesario
pasar de una forma de trabajar basada en la presencia a otra en la que
la consecución de objetivos sea la prioridad. La empresa actual no
trabaja por objetivos, sino por horarios". Para Muñoz, no se trata tanto
de mejorar la evaluación sino de que sea continua: "La valoración anual
se queda corta, porque los objetivos puntuales quedan diluidos en el
tiempo".
El informe refleja que la evaluación se está
convirtiendo en una práctica de gestión más regular, incluso continua,
para el 28% de los entrevistados en Europa, lo que ya requiere de nuevas
herramientas, actividades y apoyo por parte de recursos humanos. Sin
embargo, según Muñoz, existe un gap entre la tecnología y su uso: "Está
infrautilizada porque requiere un cambio cultural en el que se necesita
la implicación del equipo directivo. Los jefes tienen que dar el primer
paso en ese uso, así como ejemplo en otro aspecto primordial: la
colaboración". La tecnología permite al empleado dejar de trabajar en
silos. Ahora las empresas demandan estructuras y actitudes que fomenten
la colaboración dentro y fuera de los equipos. Es más. IDC observa que
las respuestas de las organizaciones españolas sugiere elevados niveles
de colaboración interna: el 80% de los consultados espera que el
empleado asuma nuevas responsabilidades, colabore y sea bueno en este
sentido.
Para qué sirve RRHH
Estas
expectativas tan alentadoras contrastan con los sistemas que se utilizan
para dar soporte al trabajo en equipo: un 31% de los responsables de la
línea de negocio (31%) no está de acuerdo en disponer de herramientas y
procedimientos para reclutar, recompensar y retener al talento más
adecuado. IDC cree que esto refleja que muchas organizaciones españolas
siguen utilizando enfoques basados en altos niveles de documentación y
sin automatizar. De hecho la línea de negocio considera que la
administración de empleados (40%), el procesamiento de nóminas (31%) y
el reclutamiento (31%) son las tareas más valiosas de recursos y
humanos, lo que denota una visión relativamente conservadora de este
departamento.
Lo que parece claro, como apunta Muñoz, "es que
vivimos un momento de inflexión. Los consumidores demandan agilidad y
calidad en los productos y servicios y eso se está trasladando a la
empresa". Según esta encuesta, las dos oportunidades de mejora del área
de recursos humanos son la provisión de mejores herramientas de
autoservicio para empleados y directivos, la previsión de falta de
capacidades, riesgos de sucesión y retención, y compensación.
El liderazgo que demanda la transformación digital
"La
transformación digital y la consolidación del teletrabajo requiere un
cambio de liderazgo", asegura Marc Altimiras, director de ventas para el
Sur de Europa de Cornerstone.
En su opinión, son las jóvenes generaciones las que están impulsando
una transformación en la forma de trabajar más allá del uso de la
tecnología, "pero ellos aún no han llegado a puestos de responsabilidad.
En muchos casos son los mandos los que están lastrando la puesta en
marcha de ese cambio cultural. Algunas organizaciones están optando por
contratar gente fuera para impulsar una transformación que aún tardará
en llegar. El trabajo y su naturaleza impulsa el teletrabajo, es la
única manera de conciliar".
Según Altimiras, es una cuestión de habilidades pero también de
mentalidad: "Si el presidente de una compañía no es digital y no asume
esta transformación, difícilmente lo harán sus empleados. El cambio
tiene que ser desde arriba".
Fuente:Expansión
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